martes, 24 de septiembre de 2013

De niños cariñosos

Como es verano, estamos pasando mucho más tiempo libre con la cuadrilla. Además, el Gorila ya se está haciendo mayor e interactúa más con todo el mundo. Esas dos cosas juntas hacen que mis amigos estén empezando a conocer más al enano, a ver su carácter. Y todo el mundo está alucinado, porque además de risueño y sonriente, se sorprenden constantemente de lo cariñoso que es.

Es cierto, el Gorila es un besucón, sobre todo con las mujeres. Da abrazos a la gente que va conociendo más. Y yo, siempre que me lo dicen pienso: es muy cariñoso porque nosotros somos muy cariñosos con él.

Evidentemente hay niños que son menos dados a mostrar afecto, incluso aunque todo el mundo a su alrededor les colme de mimos. Eso va en el carácter de cada niño. Pero lo que está claro es que los niños no aprenden a ser cariñosos si no somos nosotros cariñosos con ellos primero. Y lo digo porque a veces se nos olvida y no vemos que también está en nuestra mano enseñar a nuestros hijos. Con el ejemplo, claro.

Es una breve reflexión que me viene a la cabeza estos días...

lunes, 16 de septiembre de 2013

Como conoci a Estivill

Fue hace unos cuantos años ya. Yo ni siquiera era madre ni me planteaba serlo. Era una noche como cualquier otra. Aita Gorila y yo dormiamos plácidamente cuando unos gritos nos despertaron. Eran las cuatro de la mañana.

En la jungla de los vecinos, se repetia una escena parecida a otras veces, pero esta vez estaba claro que era la apoteosis final...
Un niño de dos años gritaba a pleno pulmon y daba golpes no sé a que. Pedia a su madre que le perdonara.
La madre enseguida comenzó a gritar desquiciada cosas que parece que mi mente ha decidido olvidar. El padre mediaba defendiendo a la madre.

Los gritos y lloros se sucedieron durante una hora. Yo, con los ojos abiertos mirando en la oscuridad, trataba de entender las frases para saber si debia llamar a la policia. Pensaba que igual tenia que poner una denuncia a los servicios sociales y contarles todo lo que llevaba pasando en esa casa una temporada.
Tras la inevitable calma, amaneció y fui al trabajo un poco angustiada. Durante la comida, no pude evitar contarle mi situación a mis compañeros. No habia explicado ni dos frases cuando un compañero, padre de dos hijos, dijo: " si, si, preguntale a fulano, que sabe de eso..." yo enmudeci mientras fulano me contaba que su hijo era uno de esos niños terribles y que no les habia quedado mas remedio que aplicar el método de un reconocido médico llamado Estivill para reconducir a su hijo.

Pasmada escuché y me pregunté si los servicios sociales realmente tenian que venir a por el vecino y el tal fulano

PD: tiempo despues, siendo ya madre y hablando con otros padres, me he sentido aun peor. En una comida de trbajo con mi marido y las mujeres de sus compañeros, una señora contaba feliz como habia conseguido que su hijo durmiera toda la noche poniendole a su hijo una valla en siu habitacion, diciendole que le queria mucho mientras le limpiaba el vomito a su hijo. En aquella mesa, la gente rió e hizo chanzas del tema. Cuando yo contesté que mi hijo no iba a llorar por la noche ni mucho menos dormir solo con sus cinco meses, nadie me respondió. En una mesa llena de gente, la loca era yo por consolar a mi hijo y la cuerda era la que dejaba a su hijo vomitar de puro estrés.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Soy una mamá viajera

Ahora mismo estoy sentada en un avión, camino de una ciudad del norte de Alemania, comiendo la chocolatina de rigor y aprovechando para trastear en la tablet en estos ratos muertos.

Voy en viaje de trabajo; últimamente la cosa se está volviendo bastante frecuente. Es la tercera vez en estos últimos dos meses. Y no sé si seguirá así el resto del invierno, pero de momento lo de dejar a mi peque de 16 meses en casa está empezando a parecer una rutina.

Se queda con su padre de mil amores. Yo la verdad es que me voy muy tranquila, no tengo dudas de que está perfectamente. Ya os conté que habíamos conseguido destetar por la noche, y poco a poco todo va cogiendo ritmo. De hecho, la otra noche incluso salí a tomar algo con unas amigas, y se quedó durmiendo con su padre, ¡sin despertarse en toda la noche!

Pero se hace difícil dejarle en casa. Le echo enormemente de menos. Se me hace complicado pasar algunos días sin verle.

Por otro lado, están mis peripecias con el sacaleches por Europa: en aeropuertos, baños de oficinas... Creo que además de mi lista sobre los sitios curiosos donde he dado pecho, voy a empezar otra sobre los sitios curiosos donde me he sacado leche... Y es que querer es poder. Y yo no quiero ni pienso dejarlo. Así que no me importa recorrerme Europa con el sacaleches en el bolso. Tampoco tener que decirle a mi jefe que me voy al baño un buen rato porque me toca vaciar... El otro día tenía un viaje de ida y vuelta en el día a una reunión con un cliente. Y se me ocurrió la genial idea de meter el sacaleches también en la maleta del portátil, por si acaso. Menos mal que lo hice, porque nos cancelaron el vuelo y tuvimos que pasar la noche allí. No tenía ropa interior ni cepillo de dientes, pero sí el sacaleches :D

En fin, nunca pensé que acabaría así. Es una sensación extraña...

Besos desde la jungla (esta vez en tránsito :))

domingo, 1 de septiembre de 2013

Carrera de patitos de goma por la Ria de Bilbao!

En Bilbao tenía que ser. La primera carrera de patitos de goma será el 13 de octubre en la Ría de Bilbao. Y todo por una buena causa, de la mano del WOP. Nosotros ya tenemos nuestros patitos. Uno para cada uno, a ver quién gana.


 Ya os he hablado aquí mas veces del Walk On Project (si no habéis visto aun su flashmob no lo dudéis y pinchad aquí. Prometo piel de gallina ;) ) Me encanta su trabajo porque están explotando al máximo todas las posibilidades: conciertos, actividades, merchandising... Todo para obtener fondos para el estudio de las enfermedades neurodegenerativas. Se trata de conseguir dinero para investigación, pero lo están haciendo con iniciativas divertidas y curiosas, como esta carrera. Y yo estoy encantada de participar en ellas y de darles publicidad desde aquí.

Lo dicho, ya tenemos nuestros patos. Bueno, nuestros tickets; os cuento. El día de la carrera, un camión de bomberos echará los patitos a la ría por nosotros. Cada patito tiene un geolocalizador con nuestro numero, y a través de internet podremos saber en todo momento donde esta nuestro pato en la carrera. Así que los que no podáis acercaros hasta Bilbao para animar a vuestro pato en persona, no os preocupéis porque podréis controlarle en tiempo real a través de una aplicación online.

Así que no tenéis excusa para no participar en la carrera. Podéis comprar los tickets por Internet, a través de comercios, la caja de ahorros BBK y www.wopato.com. Son cinco euros por cada patito, y puede ser una buena idea incluso para hacer un regalo.

Estos días durante las fiestas de Bilbao han tenido un puesto en el mismo centro de la fiesta, por lo que han conseguido una gran difusión en la ciudad. Pero yo estoy convencida de que todo el mundo puede apuntarse a esta iniciativa tan bonita. ¿Me ayudáis a difundirla?

Besos desde la jungla